Conoce un poco más mi trabajo

Aún
recuerdo el momento en el que me acerqué al estudio de la conducta humana de la
forma en que ahora la entiendo. Estaba en la carrera, apenas empezándola y de
estancia SICUE en Granada, y un conocido (hoy un muy buen amigo que espero se
eche unas risas cuando lea esto), me empezó a hablar con mucha insistencia del “Análisis
de la Conducta”. Por aquel entonces, era una estudiante que había entrado en la
carrera de Psicología para poder hacer aquello que veía tremendamente
apasionante, que era entender cómo funciona el ser humano… Pero me encontraba
algo perdida, en el sentido de que picaba de un sitio, de otro… Y escuchar aquello
que decía mi colega, sin tener mucha idea, empezó a cobrar mucho sentido y a
resonar en mi cabeza. A partir de ahí empecé a leer y a buscar cursos de
formación que me diesen más luz sobre aquello que comenzó charlando al salir de
la facultad. Pero la cosa no quedó ahí. Ese mismo verano una chica, amiga de mi
hermana, me recomendó un libro de la Terapia de Aceptación y Compromiso, y
comencé a echarle un ojo en la casita de campo de mi tía. Ya había leído acerca
de ella, y visto mínimas pinceladas en la carrera, pero, en combinación con el
Análisis de Conducta, me permitieron todavía comprender mejor la manera en que
sufren las personas y cómo podemos llegar a tener problemas psicológicos. Todo
fue evolucionando, y acabé trabajando con compañeros que entendían la conducta
como yo, supervisando inquietudes para mejorar y creando equipo.

Hoy, me siento feliz de
poder decir a viva voz que tengo el gran placer de acompañar a muchísimas
personas con historias totalmente únicas e irrepetibles… Darles ese cachito de
conocimiento e interés del que me he empapado estos años para que construyan
poco a poco aquello que tenga sentido para ellas.